Puntos clave
- El plasma rico en plaquetas (PRP) es un tratamiento experimental que puede reducir el dolor de la osteoartritis.
- Utiliza ingredientes de su propia sangre para tratar los tejidos dañados.
- Los primeros ensayos han mostrado resultados prometedores, pero los expertos actualmente no recomiendan su uso.
Visión general
Las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) son un tratamiento novedoso para controlar el dolor relacionado con la osteoartritis (OA) de la rodilla. Los investigadores todavía están investigando esta opción.
Algunas preparaciones de PRP cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), pero la aprobación aún no cubre el uso de PRP en la artrosis de rodilla. Sin embargo, algunas clínicas pueden ofrecerlo "off-label".
Las pautas actuales del American College of Rheumatology y la Arthritis Foundation (ACR / AF) recomiendan encarecidamente evitar este tratamiento porque aún no se ha desarrollado y estandarizado por completo. Esto significa que no puede estar seguro de qué contiene su dosis.
Sin embargo, con más investigaciones, podría convertirse en una opción de tratamiento útil. Siga leyendo para obtener más información sobre PRP y otras opciones para tratar la OA.
¿Cómo funciona y es eficaz?
Las plaquetas en su sangre contienen factores de crecimiento. Los científicos creen que la inyección de factores de crecimiento PRP de su propia sangre en un área lesionada ayudará a los tejidos a repararse a sí mismos al hacer que se formen nuevas células.
De esta manera, el PRP podría ayudar a revertir el daño tisular existente.
La evidencia sobre el uso de PRP para tratar la artrosis de rodilla aún no ha confirmado que sea una opción segura y eficaz, y los estudios han arrojado resultados contradictorios.
Si bien muchos estudios respaldan su uso, muchos otros dicen que el PRP no tiene ningún efecto, según una revisión de 2019.
Una revisión de 2017 analizó 14 ensayos controlados aleatorios con un total de 1423 participantes. Los resultados sugirieron que el PRP puede ayudar a controlar el dolor asociado con la artrosis de rodilla.
Los autores observaron lo siguiente en los seguimientos de 3, 6 y 12 meses:
Niveles de dolor: en comparación con los placebos, las inyecciones de PRP redujeron significativamente las puntuaciones de dolor en cada cita de seguimiento.
Función física: en comparación con los controles, PRP mejoró significativamente la función física en estos seguimientos.
Efectos adversos: algunas personas experimentaron efectos adversos, pero estos no fueron más significativos que los producidos por otros tipos de inyecciones.
Si bien los resultados parecen prometedores, 10 de los 14 estudios revisados tenían un alto riesgo de sesgo y cuatro tenían un riesgo moderado de sesgo.
Se necesitan más estudios para determinar si el PRP podría ofrecer una opción adecuada para controlar el dolor de la OA de la rodilla.
¿Quién puede beneficiarse del PRP?
El PRP es una terapia experimental y los expertos actualmente no recomiendan su uso. Si está considerando las inyecciones de PRP, comience por pedirle consejo a su médico.
Dado que las inyecciones de PRP son experimentales, existe evidencia limitada sobre cuán seguras y efectivas son. Además, es posible que su póliza de seguro no los cubra.
Trabaje en estrecha colaboración con su médico antes de comenzar cualquier tratamiento experimental y asegúrese de que cualquier proveedor esté completamente calificado para ofrecer este tratamiento.
¿Qué sucede durante el procedimiento?
Primero, su médico extraerá una pequeña cantidad de sangre de su brazo.
Luego, colocarán la muestra de sangre en una centrífuga para separar los componentes y obtener una suspensión concentrada de plaquetas en plasma.En este punto, las variaciones en el procedimiento pueden dar lugar a diferentes concentraciones de los diversos componentes.
A continuación, el médico le adormecerá la rodilla e inyectará el PRP en el espacio articular de la rodilla. Pueden usar ultrasonido para guiar la inyección.
Después de descansar un rato, podrá volver a casa. Debe hacer arreglos para que alguien lo lleve a su casa, ya que puede sentir dolor y rigidez después de la inyección.
¿Qué sucede durante la recuperación?
Después del procedimiento, su médico puede recomendarle que:
- Hielo en la rodilla durante 20 minutos cada dos o tres horas durante los primeros tres días
- tomar Tylenol para ayudar a controlar las molestias
- Evite los AINE, como el ibuprofeno, ya que pueden bloquear el efecto del PRP.
- Descanse lo suficiente y evite actividades que pongan peso en la rodilla.
Es posible que deba usar muletas o una estructura para caminar durante unos días para mantener el peso fuera de la rodilla.
Siga los consejos de su médico sobre las citas de seguimiento.
¿Hay riesgos?
El PRP usa su propia sangre, por lo que los expertos dicen que es probable que sea seguro.
Sin embargo, una inyección en la articulación de la rodilla puede conllevar algunos riesgos, que incluyen:
- infección local
- dolor en el lugar de la inyección
- daño a los nervios, muy probablemente en el lugar de la inyección
La revisión de 2017 mencionada anteriormente encontró que algunas personas experimentaron:
- dolor y rigidez
- un latido cardíaco rápido
- desmayos y mareos
- náuseas y malestar estomacal
- transpiración
- dolor de cabeza
Sin embargo, los investigadores notaron que estos eran inespecíficos y no más significativos que los efectos secundarios de otras inyecciones.
Además, el costo de este tipo de tratamiento puede ser elevado y es posible que las aseguradoras no lo cubran. Averigüe cuánto es probable que cueste antes de continuar.
Tenga en cuenta también que puede haber efectos adversos imprevistos, debido a la naturaleza experimental del tratamiento.
¿Cuáles son mis otras opciones de tratamiento?
Hay varias formas de controlar el dolor y otros síntomas relacionados con la OA. El control del peso y el ejercicio son estrategias clave a largo plazo, pero otras opciones pueden brindar un alivio más inmediato.
Disminuir el dolor por OA
- Aplica hielo y calor en la rodilla.
- Tome AINE de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin) o acetaminofén (Tylenol).
- Use analgésicos recetados si su médico se lo recomienda.
- Considere el uso de dispositivos médicos como un bastón, un andador o un aparato ortopédico.
- Aplique ungüentos que contengan AINE o capsaicina.
- Pregúntele a su médico acerca de las inyecciones de corticosteroides.
- Considere la posibilidad de una cirugía si los síntomas graves afectan su movilidad y calidad de vida.
Obtenga más información sobre las opciones de tratamiento para la OA.
¿Cuál es la perspectiva?
Las inyecciones de PRP utilizan su propia sangre para estimular el crecimiento de los tejidos lesionados. Existe alguna evidencia de que este tratamiento puede ayudar a controlar el dolor asociado con la artrosis de rodilla, pero no es suficiente para confirmar que funciona.
Los expertos actualmente no recomiendan las inyecciones de PRP para la artrosis de rodilla, debido a la falta de estandarización en la etapa de preparación.
Si está considerando PRP, asegúrese de discutirlo primero con su médico y seguir sus consejos. Recuerde que es un tratamiento experimental que las clínicas solo pueden proporcionar fuera de etiqueta.
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