¿Puede la deshidratación afectar sus ojos?
La superficie ocular requiere lubricación para funcionar correctamente y ser cómoda. Si sus ojos están secos, puede afectar tanto la función visual como la comodidad.
El componente más crítico de la película lagrimal es la capa acuosa, que está compuesta principalmente de agua. Si su cuerpo está deshidratado, esta parte de la película lagrimal puede ser deficiente. Como resultado, la superficie de sus ojos podría tener irritación y descomposición, lo que puede resultar en una visión borrosa.
¿Cómo puede saber si sus ojos están deshidratados?
Los síntomas de los ojos secos incluyen:
- incendio
- sensación de cuerpo extraño ("arena en los ojos")
- sensibilidad a la luz
Además, el ojo seco puede provocar una superficie ocular rugosa, que interrumpe la luz entrante y disminuye la claridad visual. Puede notar un aumento de la fatiga visual y dolores de cabeza a medida que avanza el día o cuando intenta concentrarse.
¿Cómo se arreglan los ojos deshidratados?
El uso de gotas y geles tópicos puede resultar útil. Puede usar gotas lubricantes de venta libre cuando sienta molestias. Si tiene síntomas más graves, es posible que necesite medicamentos recetados.
La hidratación y nutrición adecuadas pueden ayudar con la salud de los ojos. Beber más agua puede ayudar a producir un mayor volumen de lágrimas. Ciertas vitaminas con ácidos grasos omega-3, como los suplementos de aceite de pescado, pueden ayudar a que las glándulas sebáceas funcionen mejor y evitar que las lágrimas se evaporen demasiado rápido.
¿Puede la deshidratación causar ojos hundidos?
Cuando su cuerpo está deshidratado, las capas de tejido se vuelven menos gruesas. La piel alrededor de los ojos ya es más delgada que otras partes del cuerpo, por lo que cualquier reducción de la gordura es visible con relativa rapidez. Como resultado, la deshidratación puede hacer que el área de los ojos se vea más oscura, descolorida, hundida o hueca.
¿Beber más agua puede ayudar a secar los ojos?
Beber más agua puede ayudar a su cuerpo a producir un volumen saludable de lágrimas, lo cual es importante para prevenir la sequedad ocular. También es importante tener glándulas lagrimales sanas para producir lágrimas y glándulas sebáceas para que las lágrimas no se evaporen demasiado rápido.
Las bebidas que contienen cafeína o alcohol pueden deshidratar. El agua (simple, con sabor natural o carbonatada) es lo mejor.
¿Cuáles son los mejores tratamientos para la deshidratación y la sequedad ocular?
Los ojos secos pueden tratarse externamente con gotas oculares lubricantes y geles, e internamente con una hidratación y nutrición adecuadas.
También existen procedimientos menores en el consultorio que pueden ayudar. En la esquina de cada ojo, hay una abertura llamada puncta. Las lágrimas fluyen por esta abertura a través de los conductos lagrimales hasta la nariz y la garganta. Se puede colocar un tapón en cada punto, lo que permite que las lágrimas permanezcan alrededor de los ojos y mantengan la lubricación, en lugar de drenar inmediatamente.
El Dr. Vicente Díaz se especializa en enfermedades infecciosas e inflamatorias oculares en Yale Medicine y Yale Health. Sus intereses de investigación incluyen nuevas terapias inmunomoduladoras para el tratamiento de enfermedades inflamatorias no infecciosas, manejo del síndrome de Stevens-Johnson y terapias innovadoras en glaucoma. Después de graduarse de la residencia en oftalmología en la Universidad de Yale, completó una beca en inmunología ocular y enfermedades infecciosas en The New York Eye & Ear Infirmary, donde estuvo recientemente en la facultad clínica y de investigación. El Dr. Díaz es director de oftalmología de la Unidad de Quemados del Hospital de Bridgeport, donde supervisa la atención de todos los pacientes con síndrome de Stevens-Johnson, una enfermedad rara y potencialmente letal. Dr.Díaz fundó el Gremio Médico La Unidad Latina y fue el arquitecto de su misión médica anual a la República Dominicana, Guatemala y Honduras, donde realiza cirugías, enseña a los residentes y atiende a pacientes necesitados. El Dr. Díaz recibió su licenciatura de la Universidad de Brown, su doctorado en medicina de la Escuela de Medicina de Yale y su MBA en la Escuela de Administración de Yale.