Durante siglos, la crianza de los hijos es solo uno de los campos de batalla en los que mi gente ha tenido que luchar constantemente. Es importante recordar que todo guerrero necesita descansar para seguir luchando.
Cuando pienso en ser padre mientras soy negro en Estados Unidos, me viene a la mente el viejo adagio "no hay nada nuevo bajo el sol". La crianza de niños negros siempre ha venido acompañada de una dosis adicional de estrés, trauma y miedo.
Una historia de preocupación
Durante la época de la esclavitud de bienes muebles, los pueblos esclavizados y sus familias eran vulnerables a la amenaza de separación y daño. Los padres estaban constantemente preocupados acerca de si sus hijos serían alimentados, abusados, asesinados o vendidos, y nunca más se los volvería a ver.
Cuando se abolió la esclavitud y Estados Unidos entró en la era de Jim Crow, un conjunto completamente nuevo de preocupaciones comenzó a pesar en las mentes de los padres de las comunidades negras.
Las leyes de Jim Crow eran leyes estatales y locales que imponían la segregación racial en el sur. Estas leyes afectaron la escuela a la que podría asistir su hijo y los recursos en su comunidad, y avivaron el fuego de aquellos llenos de odio. La seguridad, la educación, el acceso a la atención y la calidad de vida en general fueron solo algunas de las preocupaciones.
El movimiento por los derechos civiles se enfrentó a gran parte de la injusticia de la era de Jim Crow. Con la reciente aprobación de la decisión de Brown vs. la Junta de Educación, los padres negros sintieron que finalmente habría algún cambio para sus hijos.
Las oportunidades educativas y el acceso a los recursos jugaron (y siguen jugando) un papel fundamental en la independencia económica. Si bien nuestras comunidades lucharon y lucharon por ser vistos y tratados como iguales, los padres negros también trabajaron arduamente para establecer una base sólida para sus familias y comunidades.
Verter el corazón y el alma en nuestros hijos y criarlos para un mundo mejor que el que existe actualmente fue un lujo para algunos. Para la mayoría, la supervivencia era el centro de atención.
El estrés crónico significa que necesitamos un cuidado personal continuo
La crianza de los hijos en sí misma no es para los débiles de corazón. Pero hablar de la crianza de los hijos desde la perspectiva de los negros es hablar de vivir en un estado de estrés crónico y ansiedad.
Saber desde el primer día que el mundo no verá tu paquete de alegría como los conoces es desgarrador. Prepararse para enseñarles sobre un mundo que no los valora afecta su psique. Agregar las preocupaciones del día a día de que su pareja o sus hijos no llegarán vivos a casa lleva nuestro estrés a otro nivel.
Para la mayoría de las familias negras, las experiencias infantiles "normales" se enfrentan con al menos dos capas adicionales de precaución. Hablar de la discriminación desde la edad preescolar o temer el día en que tendrás que sentar a tus hijos para "hablar" se ha convertido en una práctica común a lo largo de los siglos.
Enseñar a nuestros hijos a navegar de forma segura en este mundo no se centra en los cinturones de seguridad, las reglas para cruzar las calles y "los pájaros y las abejas". Se centra en asegurarse de que regresen vivos a casa.
Es importante comprender el impacto del estrés en la salud mental. Estar en un estado de estrés crónico aumenta el riesgo de desarrollar depresión y ansiedad en algunas personas.
Es importante comprender que el estrés que experimentamos no solo se deriva de nuestras interacciones personales, sino también de la memoria epigenética.
Un estudio de 2017 encontró que vivir en condiciones estresantes crónicas puede afectar el ADN durante más de 10 generaciones. La memoria epigenética puede desencadenar respuestas emocionales intensas a circunstancias que reflejan lo que han experimentado nuestros antepasados.
Ser padre mientras es negro significa estrés crónico, trauma subconsciente y recordado, y preocupación constante por el bienestar de nuestros hijos. Todo esto es agotador y requiere estrategias para el cuidado personal continuo.
Desconecta cuando sea necesario
A medida que el ciclo de noticias y las actualizaciones de las redes sociales inundan su feed con eventos actuales, tenga en cuenta su capacidad. Si siente que la información está agotando sus niveles de energía o si está teniendo una fuerte respuesta emocional, tómese un momento para respirar.
Es necesario procesar sus sentimientos al ritmo que sea más saludable para usted. Establecer límites a la actividad en línea y crear límites en torno a las conversaciones en las que participa puede ayudar a regular sus niveles de estrés.
Mira a la tradición
El trauma no es lo único que se ha transmitido de nuestros antepasados. Las prácticas profundamente curativas y restauradoras a través de la tradición siguen vigentes. Reunirse en círculos de movimiento, bailar, tocar la batería y cantar son formas tradicionales de liberar el estrés.
Comer juntos y contar historias del pasado también es una forma alegre de compartir la historia, reír y crear vínculos intergeneracionales. Estas prácticas son vitales para reparar heridas y conectarnos entre nosotros y con nosotros mismos.
Explore las terapias meditativas y curativas
Conectarnos físicamente con yoga, estiramientos y meditación puede tener un efecto profundo en nuestro proceso de curación. Las terapias de arte creativo que centran nuestra cultura y valores también pueden ayudar a sanar las heridas generacionales que se ven y no se ven. Nutrir nuestro cuerpo con alimentos que ayuden a reducir la ansiedad también puede ayudar en nuestro funcionamiento diario.
Si necesita apoyo adicional, elegir un terapeuta culturalmente competente y informado sobre el trauma también puede ser una excelente opción para usted. Algunos recursos para encontrar un terapeuta cerca de usted incluyen:
- Terapia para chicas negras
- Terapia para hombres negros
- BEAM colectivo
- Terapia Ayana
Haz del descanso una prioridad
Por último, pero ciertamente no menos importante: descanso. Tranquiliza tu mente y tómate momentos de quietud a lo largo del día. Puede ser difícil resistir la tentación de estar al tanto de las actualizaciones en constante cambio, pero agotarán tu mente.
El descanso no solo reduce el estrés, sino que también mejora su salud en general. Dormir bien por la noche puede estimular su sistema inmunológico y permitir que su cuerpo se cure y se restaure.
Si bien es cierto que no hay nada nuevo bajo el sol, también es cierto que cada día trae consigo una nueva oportunidad. Cada día presenta una oportunidad para crecer, sanar, cambiar y crear un mundo basado en el verdadero respeto y honor de la humanidad de los demás.
Jacquelyn Clemmons es una doula de nacimiento con experiencia, doula de posparto tradicional, escritora, artista y presentadora de podcasts. Le apasiona el apoyo integral a las familias a través de su empresa De La Luz Wellness, con sede en Maryland.