Si bien existen preocupaciones sobre la seguridad de las mantas eléctricas, si tiene una manta eléctrica nueva, existe un riesgo mínimo de incendio o quemaduras.
No se puede decir lo mismo de las mantas eléctricas viejas, dañadas o mal utilizadas, que son responsables de la mayoría de los incidentes de mantas eléctricas que provocan incendios y quema de personas.
Si le gusta dormir con una manta eléctrica en su cama y no sabe cuántos años tiene su manta eléctrica, considere comprar una nueva porque:
- Las nuevas mantas eléctricas incluyen características de seguridad, como un control de reóstato, que reducen el riesgo de incendio y quemaduras.
- Según la Universidad de Columbia, el 99 por ciento de todos los incendios de mantas eléctricas son causados por aquellos que tienen 10 años o más.
- Es posible que las mantas más viejas no tengan controles de temperatura internos para apagarlas antes de que se calienten demasiado.
Siga leyendo para obtener más información sobre los peligros potenciales de las mantas eléctricas y cómo evitarlas.
Cómo evitar posibles riesgos de seguridad
Hay pasos que puede tomar para reducir los riesgos de una manta térmica potencialmente peligrosa, que incluyen:
- Busque una etiqueta que indique que la manta ha sido probada y aprobada por una agencia de pruebas independiente reconocida a nivel nacional, como Underwriters Laboratories (UL).
- No compre una manta eléctrica de segunda mano.
- Evite las mantas que muestren signos de desgaste excesivo, como roturas, decoloraciones, marcas de quemaduras, cable eléctrico deshilachado o control de temperatura dañado.
- No utilice una manta eléctrica que tenga cables y accesorios que no se ajusten bien y de forma adecuada.
- Sostén la manta a contraluz. Si ve cables calefactores incrustados que están dañados o desplazados, no use la manta.
Cómo usar una manta eléctrica de forma segura
Aunque las mantas térmicas modernas se consideran generalmente seguras, deben usarse correctamente. Las sugerencias para el uso adecuado incluyen:
- Cuando no esté usando su manta, apáguela.
- No use más de una manta eléctrica a la vez.
- No use una manta eléctrica y una almohadilla térmica al mismo tiempo.
- Para evitar un encendido accidental, no conecte su manta a un tomacorriente que esté controlado por un interruptor de luz.
- No laves una manta eléctrica.
- No laves en seco una manta eléctrica.
- Si su manta no tiene temporizador, apáguela antes de irse a dormir.
- No se recueste ni se siente encima de una manta eléctrica.
- No meta los bordes de una manta eléctrica debajo del colchón.
- No apile almohadas, mantas, libros, juguetes u otros artículos sobre una manta eléctrica.
- Evite usar una bolsa de agua caliente y una manta eléctrica al mismo tiempo.
- No conecte ni encienda una manta eléctrica mojada.
- No use una manta eléctrica con una cama ajustable de estilo hospitalario o una cama de agua.
- Cuando guarde una manta eléctrica, enróllela o cuélguela con cuidado. Si debe doblarlo, dóblelo con la menor cantidad de arrugas posible.
- No encienda ni deje encendida una manta eléctrica que haya sido doblada o enrollada.
Si tiene alguna inquietud acerca de una manta eléctrica, desconéctela. Todavía se puede usar como una manta normal.
La manta eléctrica y la conexión del cáncer.
Durante años, se ha debatido la correlación entre los campos eléctricos y magnéticos (CEM) y el cáncer.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, las mantas eléctricas son una fuente de campos eléctricos y magnéticos de frecuencia extremadamente baja (ELF-EMF), al igual que las líneas eléctricas, el cableado eléctrico y los aparatos eléctricos como secadores de pelo y máquinas de afeitar.
El Instituto Nacional del Cáncer indica que "no se ha identificado ningún mecanismo por el cual los ELF-EMF o la radiación de radiofrecuencia puedan causar cáncer".
Berkeley Wellness también indica que "no hay evidencia convincente de que las exposiciones típicas a los campos electromagnéticos representen algún riesgo" de causar cáncer.
Mantas eléctricas y embarazo
Los fetos en desarrollo pueden ser sensibles a las condiciones ambientales. Para evitar cualquier posible riesgo de complicaciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las mujeres embarazadas dejen de usar mantas térmicas durante el embarazo.
Junto con las mantas eléctricas, las mujeres embarazadas evitan el sobrecalentamiento en saunas y jacuzzis.
Mantas eléctricas y diabetes
Si tiene diabetes, su médico puede desaconsejar el uso de mantas eléctricas y almohadillas térmicas.
Una complicación de la diabetes para algunas personas es la neuropatía (daño a los nervios). Esto puede afectar su capacidad para sentir si una manta eléctrica o una almohadilla térmica están inapropiadamente calientes.
Si no baja o quita una manta eléctrica o una almohadilla térmica que esté demasiado caliente, podría provocar un sobrecalentamiento e incluso quemaduras.
Según la Clínica Mayo, si tienes diabetes y quieres usar una manta eléctrica, considera usarla para calentar tu cama antes de acostarte y luego apaga la manta o quítala antes de meterte en la cama.
Mantas eléctricas y mala circulación
Si tiene mala circulación sanguínea, podría ser insensible al calor.
Consulte con su médico antes de usar una manta eléctrica o una almohadilla térmica por las mismas razones mencionadas anteriormente para las personas con diabetes y neuropatía.
Quitar
Las mantas eléctricas nuevas representan un riesgo mínimo de seguridad, pero las mantas eléctricas viejas, dañadas o mal usadas pueden representar un riesgo de incendio o quemaduras.
Las mantas eléctricas pueden ser un factor de sobrecalentamiento para las mujeres embarazadas, y muchas organizaciones de salud recomiendan suspender su uso durante el embarazo.
Aunque se han realizado muchos estudios sobre la relación entre los campos eléctricos y magnéticos de frecuencia extremadamente baja (ELF-EMF) generados por las mantas eléctricas y el cáncer, no se ha encontrado ninguna prueba de causa y efecto.