Su hígado es un órgano grande que se encuentra en la parte superior derecha de su abdomen. Tiene varias funciones que son críticas para su salud, que incluyen:
- Desintoxicación. Su hígado trabaja para descomponer las drogas, el alcohol y otras sustancias dañinas para eliminarlas de la sangre.
- Producción de bilis. Su hígado produce una sustancia llamada bilis que le ayuda a digerir las grasas y absorber las vitaminas de los alimentos que consume.
- Almacen de energia. Su hígado puede almacenar glucosa adicional en forma de glucógeno, que se puede convertir nuevamente en glucosa cuando necesite energía adicional.
Varias sustancias y afecciones pueden dañar su hígado y potencialmente provocar cicatrices. Cuando el tejido cicatricial se acumula en el hígado, puede reemplazar el tejido hepático sano. Esto significa que su hígado tiene que trabajar más para hacer su trabajo.
En sus primeras etapas, es posible revertir el daño hepático. De hecho, hay varias formas en las que puede ayudar a que su hígado descanse y prevenir daños permanentes.
En este artículo, veremos los pasos que puede seguir para mejorar la salud de su hígado.
¿Qué puede causar daño hepático?
El alcohol es un factor principal en el daño hepático. Durante el consumo moderado de alcohol, las enzimas del hígado actúan para descomponer el alcohol de manera eficaz.
Sin embargo, cuando bebe demasiado alcohol, no se puede descomponer tan rápidamente.
El alcohol y sus subproductos pueden dañar las células del hígado y provocar un aumento de la inflamación en el hígado. El alcohol también puede inhibir la descomposición de las grasas, lo que provoca una acumulación de grasa en el hígado (hígado graso).
El alcohol no es el único factor que puede provocar daño hepático. Otras posibles causas de daño hepático incluyen:
- Infecciones que afectan al hígado, como hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C
- condiciones autoinmunes, como hepatitis autoinmune y colangitis biliar primaria
- acumulación de exceso de grasa en el hígado que no está relacionada con el consumo de alcohol (enfermedad del hígado graso no alcohólico)
- algunos tipos de medicamentos o suplementos, como acetaminofén (Tylenol), ciertos antibióticos y ma huang (efedra)
- afecciones genéticas, como hemocromatosis y enfermedad de Wilson
- exposición a productos químicos industriales
- cáncer de hígado o cáncer que comienza en otra parte y se disemina al hígado
¿Cuáles son los primeros signos de daño hepático?
Es posible que las primeras etapas del daño hepático no presenten ningún síntoma. Cuando los síntomas están presentes, pueden incluir:
- dolor o hinchazón en la parte superior derecha de su abdomen
- pérdida de apetito
- pérdida de peso inexplicable
- fatiga
- náuseas o vómitos
Es importante poder reconocer los primeros signos de daño hepático para que pueda tomar medidas para mejorar su salud y prevenir daños adicionales.
¿Qué puede hacer para ayudar a que su hígado descanse y se repare?
Afortunadamente, hay pasos que puede tomar para mejorar la salud de su hígado o para prevenir que ocurra daño hepático en primer lugar. Exploremos algunos de estos pasos más de cerca.
Consume alcohol con moderación o no consume nada
El consumo excesivo de alcohol puede estresar su hígado y provocar daños. Puede ayudar a que su hígado descanse centrándose en el consumo moderado de alcohol o no bebiendo alcohol en absoluto.
El consumo moderado de alcohol se define como dos bebidas al día para los hombres y una bebida al día para las mujeres.
El volumen de una bebida estándar puede variar según el tipo de alcohol que esté bebiendo. Por ejemplo, normalmente se considera que una bebida estándar es:
- 12 onzas (oz) de cerveza (5 por ciento de contenido de alcohol)
- 8 oz de licor de malta (7 por ciento de contenido de alcohol)
- 5 oz de vino (12 por ciento de contenido de alcohol)
- 1.5 oz de licor (40 por ciento de contenido de alcohol)
El hígado graso, el tipo más temprano de enfermedad hepática relacionada con el alcohol (ALRD, por sus siglas en inglés), puede potencialmente revertirse absteniéndose del alcohol durante 4 a 6 semanas.
Sin embargo, para algunas personas con ALRD, este período de abstinencia puede necesitar ser más prolongado o permanente.
El abuso prolongado de alcohol puede provocar un daño hepático continuo, que eventualmente puede resultar en cirrosis. El daño de la cirrosis no se puede revertir.
Controle sus medicamentos y suplementos
Algunos tipos de medicamentos y suplementos pueden ejercer una presión adicional sobre el hígado. Algunos ejemplos de estos incluyen:
- acetaminofén (Tylenol)
- medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como ibuprofeno (Advil, Motrin), naproxeno (Aleve) y aspirina
- amoxicilina-clavulanato, un antibiótico
- estatinas, que son medicamentos que se usan para tratar el colesterol alto
- fenitoína, un tipo de fármaco para la epilepsia
- azatioprina, un fármaco inmunosupresor
- suplementos de hierbas como ma huang (efedra), cohosh negro y kava
Puede ayudar a aliviar el estrés en su hígado tomando estos medicamentos o suplementos solo cuando sea absolutamente necesario.
Si los toma, siga cuidadosamente todas las instrucciones de dosificación y evite tomarlos en combinación con alcohol.
Maneja tu peso
Tener obesidad puede aumentar su riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), una afección en la que se acumula exceso de grasa en el hígado. Esto puede provocar daño e inflamación hepáticos, lo que puede afectar la capacidad de funcionamiento del hígado.
Una forma de ayudar a reducir su riesgo de NAFLD es concentrarse en mantener un peso saludable. Algunas de las mejores estrategias para perder el exceso de peso o mantener un peso saludable incluyen:
- mantenerse físicamente activo
- comer una dieta bien equilibrada
- comer porciones de tamaño apropiado
Si tiene NAFLD, su médico puede trabajar con usted para ayudar a aliviar la tensión en su hígado. Por lo general, esto implica un programa de pérdida de peso gradual junto con cambios en la dieta.
Centrarse en una dieta saludable
Otra forma en que puede ayudar a que su hígado descanse es comiendo una dieta que no sea perjudicial para el hígado. Esto incluye:
- obtener suficiente fibra de fuentes como cereales integrales, así como frutas y verduras frescas
- elegir fuentes de proteínas magras, como mariscos, aves de corral sin piel o legumbres, en lugar de carnes más grasas
- reducir la ingesta de alimentos o bebidas con alto contenido de azúcares, sal o grasas no saludables
- limitar la ingesta de alimentos procesados y elegir alimentos integrales en su lugar
- evitando mariscos crudos o poco cocidos
- beber mucha agua todos los días para mantenerse hidratado
Ciertos tipos de afecciones hepáticas pueden requerir ajustes dietéticos más específicos. Asegúrese de discutir cuáles pueden ser estos con su médico.
Prevenir infecciones
La hepatitis viral puede causar inflamación de su hígado, lo que a su vez puede provocar daño hepático. Algunos ejemplos de estas infecciones incluyen hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C.
La hepatitis A es autolimitada, lo que significa que normalmente se resuelve por sí sola. Sin embargo, una infección por hepatitis B o hepatitis C puede potencialmente volverse crónica, provocando daño hepático adicional con el tiempo.
Entonces, ¿qué puede hacer para reducir su riesgo de hepatitis viral? Usted puede:
- vacunarse contra la hepatitis A y la hepatitis B
- usar un condón u otro método de barrera durante las relaciones sexuales
- Evite compartir artículos personales como navajas de afeitar, cortaúñas o cepillos de dientes.
- evitar reutilizar agujas
- asegúrese de que un tatuador o perforador use agujas desechables y equipo esterilizado
Visite a su médico con regularidad
Ver a su médico con regularidad es importante para su salud en general. Su médico puede ayudar a identificar y tratar cualquier condición de salud subyacente desde el principio, antes de que se vuelva más grave o complicada.
Además, si nota algún signo temprano de daño hepático, asegúrese de programar una cita con su médico o proveedor de atención médica. Pueden ayudarlo a evaluar su afección y esbozar un plan de tratamiento para garantizar que su hígado descanse y reciba el tratamiento que necesita.
¿Puede su hígado regenerarse?
Una de las cualidades únicas de su hígado es que tiene la capacidad de regenerarse.
Esto significa que después de que se lesiona o después de que se extrae tejido durante la cirugía, el tejido del hígado puede volver a crecer.
Para ello, aumenta el tamaño de las células hepáticas existentes (hepatocitos). Luego, nuevas células hepáticas comienzan a crecer y multiplicarse en el área que se extrajo o se lesionó.
La regeneración del hígado puede verse afectada por una enfermedad hepática crónica. Esto significa que las afecciones hepáticas crónicas pueden dificultar la regeneración debido a la presencia de cicatrices e inflamación crónica.
Debido a esto, la regeneración del hígado en el contexto de una enfermedad hepática crónica es un área de estudio en curso. Se espera que una mayor investigación en esta área pueda ayudar a desbloquear nuevas estrategias para tratar estas afecciones.
La línea de fondo
Su hígado es un órgano esencial que sirve para muchos propósitos en su cuerpo, incluida la desintoxicación, la digestión y el almacenamiento de nutrientes.
Varios factores pueden generar estrés en su hígado, lo que puede provocar daños que pueden afectar su capacidad para funcionar de manera efectiva.
Si le preocupa la salud de su hígado, puede tomar medidas para ayudar a mejorar la salud de su hígado y prevenir daños. Esto incluye beber alcohol con moderación o no beberlo en absoluto, controlar sus medicamentos y suplementos y mantener un peso saludable.
Si sospecha que puede tener daño hepático, es importante hacer un seguimiento con su médico o proveedor de atención médica. Cuanto antes se pueda diagnosticar y tratar una afección hepática, mayor será la probabilidad de un resultado positivo.