La muñeca conecta la mano con el antebrazo. Consiste en los extremos distales del radio y el cúbito, ocho huesos del carpo y los extremos proximales de cinco huesos metacarpianos. Esta disposición de huesos permite una amplia gama de movimientos. La muñeca puede doblarse, enderezarse, moverse lateralmente y rotar. Es relativamente propenso a lesionarse. La fuerza o el estrés pueden dañar cualquiera de los huesos. La fractura es una lesión común. Implica hinchazón y dolor. En fracturas graves, también es posible que se tuerza o se deforme. Las fracturas se evalúan mediante radiografías o tomografías computarizadas. El tratamiento consiste en inmovilizar los huesos mientras se asientan. Esto puede requerir estabilización con pasadores o tornillos. El estrés repetitivo es otra condición que afecta la muñeca. Puede ser causado por mecanografía, deportes u otras actividades que involucran movimientos repetitivos. El estrés repetitivo puede hacer que el túnel carpiano se engrose e inflame. El túnel carpiano es un tubo de nervios y tendones que pasa a través de la muñeca. La tendinitis, los esguinces y la distensión son otras lesiones comunes que afectan los tejidos conectivos de la muñeca. El dolor de muñeca también puede deberse a afecciones médicas, como la osteoporosis. Esta afección disminuye la densidad ósea y aumenta el riesgo de fractura. La muñeca también puede verse afectada por la artritis, incluida la osteoartritis, la artritis reumatoide y la gota. Estas condiciones involucran hinchazón de las articulaciones por diversas causas. La artritis puede empeorar con la edad.