¿Qué causa el estrés?
El teléfono suena descolgado. Su bandeja de entrada está desbordada. Llegas 45 minutos tarde a una fecha límite y tu jefe llama a tu puerta y te pregunta cómo va tu último proyecto. Estás estresado, por decir lo menos.
Todos estos son ejemplos de estrés agudo. Son a corto plazo, no durarán más que su jornada laboral y, de hecho, pueden beneficiar su salud de alguna manera. Sin embargo, si su vida se siente así todos los días de la semana, es posible que esté experimentando estrés crónico o a largo plazo. Este tipo de estrés puede ser peligroso para su salud si no trabaja para superarlo o hacer frente a sus efectos.
Los grandes factores estresantes incluyen problemas de dinero, problemas laborales, conflictos de relación y cambios importantes en la vida, como la pérdida de un ser querido. Los factores de estrés más pequeños, como los largos viajes diarios al trabajo y las mañanas apuradas, también pueden acumularse con el tiempo. Aprender a reconocer las fuentes de estrés en su vida es el primer paso para manejarlas.
Problemas personales
Salud
El envejecimiento, el diagnóstico de una nueva enfermedad y los síntomas o complicaciones de una enfermedad actual pueden aumentar su estrés. Incluso si usted mismo no tiene problemas de salud, es posible que alguien cercano a usted esté lidiando con una enfermedad o afección. Eso también puede aumentar sus niveles de estrés. Según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), más de la mitad de los cuidadores informan sentirse abrumados por la cantidad de atención que necesitan sus familiares.
Relaciones
Las discusiones con su cónyuge, padre o hijo pueden aumentar sus niveles de estrés. Cuando viven juntos, puede ser aún más estresante. Los problemas entre otros miembros de su familia u hogar también pueden causarle estrés, incluso cuando no esté involucrado directamente.
Creencias personales
Los argumentos sobre creencias personales, religiosas o políticas pueden desafiarlo, especialmente en situaciones en las que no puede alejarse del conflicto. Los acontecimientos importantes de la vida que le hacen cuestionar sus propias creencias también pueden causar estrés. Esto es especialmente cierto si sus creencias son diferentes a las de las personas más cercanas a usted.
Problemas emocionales
Cuando se siente incapaz de relacionarse con alguien, o necesita expresar sus emociones pero no puede, puede agobiarlo con un estrés adicional. Los trastornos de salud mental, incluidas la depresión y la ansiedad, solo se suman a la tensión emocional. Las salidas positivas para la liberación emocional y el tratamiento de los trastornos de salud mental son partes importantes del manejo eficaz del estrés.
La vida cambia
La muerte de un ser querido, el cambio de trabajo, la mudanza de casa y el envío de un hijo a la universidad son ejemplos de grandes cambios en la vida que pueden ser estresantes. Incluso los cambios positivos, como la jubilación o el matrimonio, pueden causar una cantidad significativa de estrés.
Dinero
Los problemas financieros son una fuente común de estrés. La deuda de la tarjeta de crédito, el alquiler o la incapacidad de mantener a su familia oa usted mismo pueden generarle una gran cantidad de estrés. En esta sociedad, donde se pone tanto énfasis en lo que tiene y lo que puede pagar, el estrés financiero es algo con lo que casi todo el mundo puede identificarse. Según la APA, casi las tres cuartas partes de los estadounidenses dicen que las finanzas son una fuente de estrés en su vida.
Cómo el estrés afecta tu piel
Problemas sociales
Ocupación
Las investigaciones han demostrado que la presión y el conflicto de un trabajo pueden ser una fuente importante de estrés. Según la APA, se estima que el 60 por ciento de los estadounidenses experimentan estrés relacionado con su trabajo.
Discriminación
Sentirse discriminado puede causar estrés a largo plazo. Por ejemplo, puede sufrir discriminación por motivos de raza, etnia, género u orientación sexual. Algunas personas enfrentan discriminación y el estrés que causa casi todos los días.
Ambiente
Los vecindarios inseguros, las ciudades asoladas por el crimen y otras preocupaciones de seguridad pueden provocar estrés crónico.
Eventos traumáticos
Las personas que han experimentado un evento traumático o una situación que amenaza su vida a menudo viven con estrés a largo plazo. Por ejemplo, puede experimentar estrés a largo plazo después de sobrevivir a un robo, una violación, un desastre natural o una guerra. En muchos casos, es posible que tenga un trastorno de estrés postraumático (TEPT).
El trastorno de estrés postraumático es un trastorno de ansiedad crónica provocado por un evento traumático o una serie de eventos traumáticos. Según el Centro Nacional de PTSD del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos, la prevalencia estimada de por vida del PTSD entre los estadounidenses es de alrededor del 7 por ciento. El trastorno es más común entre las mujeres, así como entre los veteranos y sobrevivientes de abuso.
Lidiando con el estres
Todo el mundo experimenta estrés de vez en cuando. A corto plazo, el estrés agudo puede brindarle la motivación que necesita para superar una situación difícil o cumplir con una fecha límite apremiante. Sin embargo, con el tiempo, el estrés prolongado (crónico) puede afectar negativamente su salud. Si se siente agotado, abrumado o preocupado con regularidad, es posible que tenga estrés crónico.
Identificar las causas del estrés en su vida es el primer paso para un manejo efectivo del estrés. Una vez que haya descubierto cuáles son sus factores estresantes, puede tomar medidas para reducirlos o evitarlos. También puede adoptar hábitos y estrategias de estilo de vida saludables para controlar los efectos del estrés. Por ejemplo, comer una dieta bien balanceada, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente puede ayudarlo a sentirse más tranquilo, concentrado y con energía. La práctica de técnicas de relajación, como la respiración rítmica, la meditación o el yoga, también puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad. Para conocer más estrategias de manejo del estrés, hable con su médico o con un profesional de la salud mental.