La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica que puede cambiar con el tiempo. Cuando se desarrollan nuevos síntomas o los síntomas conocidos empeoran, se conoce como brote, ataque, recaída o exacerbación.
Si su hijo vive con EM, puede experimentar brotes leves que desaparecen por sí solos o brotes más graves que requieren tratamiento. En la mayoría de los casos, los brotes son leves. En casos excepcionales, es posible que su hijo deba visitar el departamento de emergencias o el centro de atención de urgencia.
Siga leyendo para obtener más información sobre los brotes graves y cuándo debería considerar llevar a su hijo al hospital para recibir tratamiento.
Reconociendo una emergencia
La mayoría de los brotes de EM no requieren un viaje al departamento de emergencias para recibir tratamiento.
Pero a veces los síntomas relacionados con la EM requieren tratamiento inmediato. También puede haber casos en los que el brote de su hijo sea provocado por una infección grave que requiera atención inmediata.
Si su hijo tiene EM, es posible que esté experimentando una emergencia médica si desarrolla:
- pérdida repentina de la visión
- debilidad repentina de las piernas que afecta su movilidad
- dolor intenso que les impide funcionar bien
- cambios en sus síntomas que van acompañados de fiebre u otros signos de infección
- problemas o dolor al orinar
- fiebre alta
Si su hijo experimenta alguno de estos síntomas u otros signos de un brote severo, comuníquese con su neurólogo u otros miembros de su equipo de salud de EM.
Pueden ayudarlo a determinar si su hijo debe visitar el departamento de emergencias, un centro de atención de urgencia o el consultorio del neurólogo para recibir tratamiento.
Si su hijo tiene problemas para respirar o muestra signos de disminución del conocimiento, llame al 911 de inmediato.
Tratamiento de brotes graves
Para tratar los brotes graves de EM, los médicos suelen recetar un ciclo corto de corticosteroides. En algunos casos, también pueden recetar otros tratamientos.
Si aún no tiene un proveedor de atención primaria, puede buscar médicos en su área a través de la herramienta Healthline FindCare.
Corticoesteroides
Si su hijo experimenta un brote grave de EM, los corticosteroides pueden ayudar a reducir la inflamación y acelerar el proceso de recuperación.
Su médico puede recetarle un tratamiento con un esteroide oral, como metilprednisolona oral. O pueden recetar tratamiento con un corticosteroide intravenoso, como metilprednisolona intravenosa.
El uso de corticosteroides a corto plazo puede causar efectos secundarios, como:
- dolor de barriga
- Apetito incrementado
- dificultad para dormir
- cambios de humor
- dolor de cabeza
- sarpullido
El uso prolongado de corticosteroides puede causar efectos secundarios más graves y debe evitarse.
Intercambio de plasma
Si los síntomas de su hijo no responden al tratamiento con corticosteroides, su médico puede recomendar un intercambio de plasma. Este procedimiento también se conoce como plasmaféresis.
Para realizar un intercambio de plasma, un profesional de la salud extraerá parte de la sangre de su hijo de su cuerpo. Una máquina separará las células sanguíneas de su hijo de la porción líquida de su sangre, conocida como plasma.
Luego, las células sanguíneas de su hijo se transfundirán nuevamente en su cuerpo, junto con el plasma de un donante o un sustituto del plasma.
Los posibles efectos secundarios de este procedimiento incluyen infecciones y problemas de coagulación de la sangre.
Cuidado de seguimiento
Siempre informe al neurólogo de su hijo y a otros miembros de su equipo de salud si su hijo ha sido ingresado en un hospital por síntomas relacionados con la EM.
Su equipo de salud puede recomendar atención de seguimiento, incluida la terapia de rehabilitación, medicamentos u otros tratamientos.
Terapia de rehabilitación
Si un brote severo ha afectado negativamente las capacidades físicas o cognitivas de su hijo, su equipo de salud puede recomendar una terapia de rehabilitación para ayudar a su hijo a recuperarse o adaptarse.
Por ejemplo, pueden recomendar:
- Terapia ocupacional, si a su hijo le resulta difícil completar las tareas de rutina en la escuela o en el hogar.
- fisioterapia, si su hijo tiene problemas para moverse o moverse
- terapia del habla y el lenguaje, si su hijo tiene dificultades para hablar o tragar
- remediación cognitiva, si su hijo está lidiando con problemas de memoria o de pensamiento
Es posible que su hijo necesite tomarse un tiempo fuera de la escuela o hacer otros ajustes en su rutina diaria mientras se recupera de un brote severo.
Medicamentos
Si su hijo presenta nuevos síntomas durante un brote, su equipo de salud puede recetarle medicamentos para ayudar a controlar esos síntomas.
Por ejemplo, pueden recetar medicamentos para ayudar a tratar:
- dolor
- fatiga
- problemas de vejiga
- problemas intestinales
Para ayudar a prevenir futuros brotes, el médico de su hijo también podría recetarle una terapia modificadora de la enfermedad (DMT).
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no ha aprobado ningún DMT para niños menores de 10 años. Sin embargo, los neurólogos a veces recetan DMT a niños más pequeños. Esto se conoce como uso "no indicado en la etiqueta".
La comida para llevar
La mayoría de los brotes de EM se pueden tratar fuera de un hospital. En algunos casos, es posible que su hijo deba visitar un departamento de emergencias o un centro de atención de urgencia.
Si sospecha que su hijo está experimentando un brote severo, comuníquese con su neurólogo u otros miembros de su equipo de salud de EM. Pueden ayudarlo a saber dónde obtener el tratamiento que su hijo necesita.
Si su hijo tiene dificultad para respirar o pierde el conocimiento, llame al 911 de inmediato.