El plexo venoso uterino incluye dos venas uterinas. Estos surgen del lado del útero, donde también se conectan con los plexos vaginal y ovárico. Un plexo venoso es un conjunto complejo de vasos sanguíneos interconectados.
Las dos venas uterinas drenan hacia la vena ilíaca interna. El plexo también está conectado estructuralmente a la vena rectal superior.
Las venas del plexo funcionan transportando sangre sin oxígeno desde el útero y llevándola de regreso al corazón. Al ser un órgano muy vascularizado, el útero necesita un conjunto funcional de vasos sanguíneos para mantener los tejidos y músculos uterinos nutridos con oxígeno y otras sustancias, como glucosa y hormonas.
Las venas del plexo deben colaborar con las arterias uterinas para promover una circulación sanguínea adecuada que ayudará a regular los eventos uterinos normales, como el embarazo, los ciclos menstruales y la menopausia. Durante el trabajo de parto, el plexo venoso uterino juega un papel muy importante para mantener una circulación adecuada. A medida que los músculos uterinos se contraen, es muy importante que las venas dentro del plexo funcionen lo suficientemente bien como para proporcionar sangre al útero.