¿Qué es una biopsia de hígado?
Una biopsia de hígado es un procedimiento médico en el que se extrae quirúrgicamente una pequeña cantidad de tejido hepático para que pueda analizarse en un laboratorio.
Las biopsias de hígado generalmente se realizan para evaluar enfermedades, como cirrosis, o para detectar infección, inflamación o células cancerosas.
Su médico puede ordenar una biopsia de hígado si los análisis de sangre o de imágenes indican que hay problemas con su hígado.
El hígado es un órgano vital. Hace muchas cosas que el cuerpo necesita para funcionar y sobrevivir, como:
- produce proteínas y enzimas responsables de los procesos metabólicos esenciales
- elimina los contaminantes de su sangre
- ayuda a combatir infecciones
- almacena vitaminas y nutrientes esenciales
Por qué se realiza una biopsia de hígado
Su médico puede ordenar una biopsia de hígado para ayudarlos a determinar si un área está infectada, inflamada o cancerosa, o para diagnosticar el grado de daño hepático.
Los síntomas que un médico evaluaría incluyen:
- problemas del sistema digestivo
- dolor abdominal persistente
- masa abdominal en el cuadrante superior derecho
- Pruebas de laboratorio que apuntan al hígado como un área de preocupación.
Por lo general, se realiza una biopsia de hígado si obtuvo resultados anormales de otras pruebas hepáticas, tiene un tumor o masa en el hígado o tiene fiebres constantes e inexplicables.
Si bien las pruebas de imagen como las tomografías computarizadas y las radiografías pueden ayudar a identificar áreas de preocupación, no siempre pueden brindar un diagnóstico exacto o determinar las mejores opciones de tratamiento. Para ello, necesita una biopsia.
Aunque las biopsias suelen estar asociadas con el cáncer, no significa que tenga cáncer si su médico solicita esta prueba. Las biopsias también permiten a los médicos ver si una afección distinta al cáncer está causando sus síntomas.
Su médico puede usar una biopsia de hígado para ayudar a diagnosticar o controlar una serie de trastornos hepáticos. Algunas afecciones que afectan el hígado y pueden requerir una biopsia incluyen:
- enfermedad hepática alcohólica
- hepatitis autoinmune
- hepatitis crónica (B o C)
- hemocromatosis (demasiado hierro en la sangre)
- enfermedad del hígado graso no alcohólico
- cirrosis biliar primaria (que conduce a cicatrices en el hígado)
- colangitis esclerosante primaria (que afecta los conductos biliares del hígado)
- Enfermedad de Wilson (una enfermedad hepática hereditaria y degenerativa causada por un exceso de cobre en el cuerpo)
Los riesgos de una biopsia de hígado
Cualquier procedimiento médico que implique romper la piel conlleva el riesgo de infección y sangrado.
Si bien la incisión para una biopsia de hígado es pequeña, aún existe el riesgo de sangrado ya que el hígado tiene muchos vasos sanguíneos.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, el sangrado ocurre en 1 de cada 500 biopsias de hígado. El sangrado severo ocurre en 1 de cada 2500 biopsias.
En casos graves de sangrado, es posible que se necesiten transfusiones de sangre o cirugía para detener el sangrado.
Cómo prepararse para una biopsia de hígado
Las biopsias no requieren mucha preparación. Dependiendo de su condición, su médico puede pedirle que:
- someterse a un examen físico
- proporcione su historial médico completo
- deje de tomar cualquier medicamento que afecte el sangrado, incluidos analgésicos, anticoagulantes y ciertos suplementos
- que le saquen sangre para un análisis de sangre
- no beber ni comer hasta 8 horas antes del procedimiento
- hacer arreglos para que alguien lo lleve a casa
Cómo se realiza una biopsia de hígado
Justo antes del procedimiento, se pondrá una bata de hospital. Su médico le administrará un sedante por vía intravenosa (IV) para ayudarlo a relajarse.
Hay tres tipos básicos de biopsias de hígado:
- Percutáneo. También llamada biopsia con aguja, esta biopsia implica colocar una aguja fina a través del abdomen hasta el hígado.
- Transyugular. Este procedimiento implica hacer una pequeña incisión en el cuello. Se inserta un tubo delgado y flexible a través de la vena yugular del cuello hasta el hígado. Este método se usa para personas que padecen trastornos hemorrágicos.
- Laparoscópico. Esta técnica utiliza instrumentos en forma de tubo que recolectan la muestra a través de una pequeña incisión en el abdomen.
El tipo de anestésico que le administre su médico dependerá del tipo de biopsia de hígado que realice. Las biopsias percutánea y transyugular utilizan anestésicos locales. Esto significa que su médico solo adormece el área afectada.
Las biopsias laparoscópicas requieren estar bajo anestesia general, por lo que estará profundamente dormido durante el procedimiento.
Cuando se complete su biopsia, su médico cerrará cualquier herida de la incisión con puntos de sutura y vendajes. Por lo general, tendrá que permanecer acostado en la cama durante algunas horas después del procedimiento mientras los médicos controlan sus signos vitales.
Una vez que reciba la aprobación de su médico, podrá irse a casa. Tómatelo con calma y descansa durante las próximas 24 horas. Debería poder volver a sus actividades normales después de unos días.
Después de una biopsia de hígado
Después de tomar la muestra de tejido hepático, se enviará a un laboratorio para su análisis. Esto podría demorar algunas semanas.
Cuando se obtengan los resultados, su médico lo llamará o le pedirá que acuda a una cita de seguimiento para compartir los resultados.
Una vez que se llega a un diagnóstico, su médico discutirá con usted los planes de tratamiento recomendados o los próximos pasos.