El cúbito es uno de los dos huesos que dan estructura al antebrazo. El cúbito se encuentra en el lado opuesto del antebrazo al pulgar. Se une con el húmero en su extremo más grande para formar la articulación del codo y se une con los huesos del carpo de la mano en su extremo más pequeño. Junto con el radio, el cúbito permite que la articulación de la muñeca gire. El cúbito tiene un diámetro 50 por ciento más grande que el radio entre los 4 y 5 meses de edad. Durante la vida adulta, cuando se completa la remodelación y la reabsorción, el diámetro cubital se convierte en la mitad del radio. El cúbito se encuentra, y tiene una función similar, tanto en humanos como en animales de cuatro patas, como perros y gatos. Si el cúbito se rompe, lo más común es que ocurra en el punto donde el radio y el cúbito forman una articulación o donde el cúbito forma una articulación con los huesos del carpo de la mano. Las fracturas cubitales causan dolor intenso, dificultad para mover la articulación afectada e incluso deformidad del brazo si la fractura es compuesta.