Visión general
El movimiento descoordinado también se conoce como falta de coordinación, deterioro de la coordinación o pérdida de coordinación. El término médico para este problema es ataxia.
Para la mayoría de las personas, los movimientos corporales son suaves, coordinados y fluidos. Movimientos como caminar, lanzar una pelota y coger un lápiz no requieren una gran cantidad de pensamiento o esfuerzo. Pero cada movimiento en realidad involucra varios grupos de músculos. Están controlados en gran medida por el cerebelo, una estructura importante en el cerebro.
La ataxia ocurre cuando hay una interrupción en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Esto provoca movimientos espasmódicos e inestables. La ataxia puede tener un efecto profundo en las actividades diarias de una persona.
¿Cuáles son los síntomas del movimiento descoordinado?
Para algunos, la ataxia puede ser una condición de desarrollo lento. Para otros, puede ocurrir de repente y sin previo aviso. El síntoma más común de ataxia es la pérdida del equilibrio y la coordinación. Si la afección progresa, es posible que experimente dificultad para caminar y mover los brazos y las piernas. Con el tiempo, puede producirse una pérdida de la motricidad fina, lo que afectará a actividades como escribir o abrocharse la camisa.
Otros síntomas comunes de ataxia pueden incluir:
- mareo
- dificultades visuales
- problemas o cambios con el habla
- dificultad para tragar
- temblores
Estos síntomas pueden ser muy preocupantes porque a menudo son similares a un accidente cerebrovascular. Busque atención médica de emergencia si estos síntomas aparecen repentinamente.
¿Qué causa la ataxia?
Hay varias causas conocidas de ataxia. Van desde afecciones crónicas hasta aparición repentina. Sin embargo, la mayoría de las afecciones se relacionarán con el daño o la degeneración del cerebelo.
Causas relacionadas con enfermedades y lesiones
Los movimientos coordinados involucran el cerebelo, los nervios periféricos del cuerpo y la médula espinal. Las enfermedades y lesiones que dañan o destruyen cualquiera de estas estructuras pueden provocar ataxia. Éstos incluyen:
- Trauma de la cabeza
- alcoholismo
- infección
- esclerosis múltiple, una enfermedad crónica que afecta el cerebro y la médula espinal
- golpe
- Ataque isquémico transitorio (AIT), una disminución temporal del suministro de sangre al cerebro.
- ataxias genéticas
- parálisis cerebral, un grupo de trastornos causados por daño al cerebro de un niño en el desarrollo temprano
- tumores cerebrales
- síndromes paraneoplásicos, respuestas inmunes anormales a ciertos tumores cancerosos
- neuropatía, enfermedad o lesión de un nervio
- lesiones de la médula
Algunos ejemplos de enfermedades hereditarias relacionadas con la ataxia son la ataxia de Friedreich y la enfermedad de Wilson. La ataxia de Friedreich es una enfermedad genética que causa problemas con la producción de energía en el sistema nervioso y el corazón. La enfermedad de Wilson es un trastorno hereditario poco común en el que el exceso de cobre daña el hígado y el sistema nervioso.
Toxinas
Algunas sustancias tienen efectos tóxicos que pueden provocar ataxia. Éstos incluyen:
- alcohol (más común)
- medicamentos para las convulsiones
- medicamentos de quimioterapia
- litio
- cocaína y heroína
- sedantes
- mercurio, plomo y otros metales pesados
- tolueno y otros tipos de disolventes
A veces, las personas tienen una afección conocida como ataxia esporádica. Esto causa una ataxia que no está relacionada con un trastorno genético o una causa específica conocida.
Qué esperar durante su visita al médico
Debe programar una visita al médico de inmediato si experimenta alguno de los siguientes:
- una perdida de equilibrio
- dificultad al tragar
- falta de coordinación durante más de unos minutos
- pérdida de coordinación en una o ambas piernas, brazos o manos
- habla arrastrada
- dificultad para caminar
Ver al doctor
Su médico le preguntará sobre su historial médico y le realizará un examen físico básico. Realizarán un examen neurológico detallado que incluye sus sistemas nervioso y muscular. Comprobarán su capacidad para mantener el equilibrio, caminar y señalar con los dedos de las manos y los pies. Otra prueba común es la prueba de Romberg. Se usa para ver si puede mantener el equilibrio mientras cierra los ojos y mantiene los pies juntos.
A veces, la causa de la ataxia es clara, como una lesión cerebral, una infección o una toxina. Otras veces, su médico le hará preguntas sobre sus síntomas para delimitar la posible causa de su ataxia. Estas preguntas suelen incluir:
- ¿Cuándo empezaron sus síntomas?
- ¿Alguien en su familia tiene síntomas similares?
- ¿Cuáles son tus síntomas más comunes?
- ¿Qué impacto tienen sus síntomas en su vida?
- ¿Qué medicamentos toma, incluidas las vitaminas y los suplementos?
- ¿A qué sustancias ha estado expuesto?
- ¿Usa drogas o alcohol?
- ¿Tiene otros síntomas, como pérdida visual, dificultades para hablar o confusión?
Pruebas para determinar la causa de la ataxia.
Su médico puede ordenar las siguientes pruebas:
- análisis de sangre
- análisis de orina
- tomografía computarizada (TC)
- exploración de imágenes de resonancia magnética (MRI)
- punción lumbar
- Prueba genética
Su médico considerará el panorama general de sus síntomas y los resultados de las pruebas al hacer un diagnóstico. También pueden derivarlo a un neurólogo, un especialista en el sistema nervioso.
Viviendo con ataxia
No existe cura para la ataxia en sí. Si la causa es una afección subyacente, su médico primero la tratará. Por ejemplo, un traumatismo craneoencefálico eventualmente puede sanar y la ataxia puede desaparecer. Pero en otros casos, como la parálisis cerebral, es posible que su médico no pueda tratar la ataxia. Pero hay formas de controlar esta afección. Algunos medicamentos pueden disminuir los síntomas asociados con la ataxia.
En algunos casos, su médico puede recomendar dispositivos o terapia de adaptación. Los artículos como bastones, utensilios modificados y ayudas para la comunicación pueden ayudar a mejorar su calidad de vida. Las terapias diseñadas para ayudar con el movimiento descoordinado son otras opciones, tales como:
Fisioterapia: los ejercicios pueden ayudar a fortalecer su cuerpo y aumentar su movilidad.
Terapia ocupacional: esta terapia tiene como objetivo mejorar sus habilidades con las tareas de la vida diaria, como la alimentación y otros movimientos de motricidad fina.
Terapia del habla: esto puede ayudar con la comunicación, así como con la deglución o la alimentación.
Los cambios simples también pueden facilitar que una persona con ataxia se desplace por la casa. Por ejemplo:
- mantenga las áreas habitables limpias y libres de desorden
- proporcionar pasarelas anchas
- instalar pasamanos
- quitar alfombras y otros elementos que puedan causar resbalones y caídas
Terapia dietética
Los investigadores del Centro Médico de Albany han descubierto algunas formas tratables de ataxia. AVED (Ataxia con deficiencia de vitamina E) es un tipo de ataxia que mejora con la suplementación con vitamina E. La ataxia por gluten mejora con una dieta sin gluten.
La Universidad de Londres también informó que la vitamina B-3, o nicotinamida, puede ayudar a las personas con ataxia de Friedreich. Este tratamiento puede aumentar los niveles de frataxina, una proteína que es baja en personas con este tipo de ataxia. Pero la investigación continúa, ya que se desconoce si esta suplementación funcionará a largo plazo para frenar o detener la enfermedad.
Dónde encontrar apoyo
Los síntomas de la ataxia pueden afectar la independencia de una persona. Esto puede resultar en sentimientos de ansiedad y depresión. Hablar con un consejero puede ayudar. Si el asesoramiento personalizado no parece atractivo, considere la posibilidad de un grupo de apoyo para personas con ataxia u otras afecciones neurológicas crónicas. Los grupos de apoyo suelen estar disponibles en línea o en persona. Su médico puede tener una recomendación para un grupo de apoyo en su área.