¿Qué es un hemangioma hepático?
Un hemangioma hepático es una red enredada de vasos sanguíneos dentro o sobre la superficie del hígado. Este tumor no es canceroso y generalmente no causa síntomas.
La mayoría de las personas ni siquiera saben que tienen un hemangioma hepático. Por lo general, solo se descubre durante una prueba o procedimiento para una afección no relacionada. Incluso cuando se diagnostican, la mayoría de los hemangiomas hepáticos no requieren tratamiento.
Un hemangioma de hígado no aumenta su riesgo de desarrollar cáncer. El tumor suele ser pequeño y mide menos de 4 centímetros de diámetro. En algunos casos, sin embargo, puede crecer mucho más. Es más probable que un tumor más grande cause síntomas, como dolor abdominal y náuseas.
Las personas embarazadas y las que usan terapia de reemplazo de estrógenos tienen un mayor riesgo de desarrollar un hemangioma grande. Esto se debe a que el estrógeno puede contribuir al crecimiento de hemangiomas hepáticos.
La mayoría de las personas solo tiene un hemangioma hepático. Sin embargo, es posible que se formen varios hemangiomas en el hígado a la vez.
Aunque el tumor no es canceroso, se ha relacionado con tasas más altas de insuficiencia cardíaca.
Un hemangioma de hígado generalmente no causa complicaciones en adultos, pero puede ser más peligroso cuando se desarrolla en bebés. En los bebés, el crecimiento se denomina hemangioma hepático infantil. Por lo general, se diagnostica antes de que el bebé tenga 6 meses. Ésta es una condición poco común en los bebés.
¿Cuáles son los síntomas de un hemangioma hepático?
En la mayoría de los casos, un hemangioma de hígado no causa síntomas. Sin embargo, los síntomas pueden ocurrir si el tumor se ha agravado por una lesión o se ha visto afectado por un cambio en los niveles de estrógeno.
Los síntomas pueden incluir:
- dolor en la parte superior derecha del abdomen
- náusea
- vomitando
- falta de apetito
Incluso si tiene un hemangioma hepático, estos síntomas pueden deberse a otra causa. Comuníquese con su médico si tiene algún síntoma que le preocupe.
¿Qué causa un hemangioma hepático?
Los médicos no están seguros de por qué los vasos sanguíneos se agrupan y forman un hemangioma hepático. Sin embargo, creen que tiene un componente genético, lo que significa que tiende a ser hereditario. Algunos hemangiomas hepáticos pueden estar presentes al nacer.
¿Quiénes corren el riesgo de tener un hemangioma hepático?
Las personas tienen un mayor riesgo de tener un hemangioma hepático si tienen familiares con hemangiomas hepáticos. Los que tienen entre 30 y 50 años también tienen un mayor riesgo de padecer un hemangioma hepático.
Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar un hemangioma hepático. Debido a que se cree que el estrógeno estimula el crecimiento de un hemangioma, la masa también puede ser más grande en las mujeres.
Las personas que usan la terapia de reemplazo hormonal para aumentar sus niveles de estrógeno también tienen un mayor riesgo de desarrollar un hemangioma hepático.
¿Cómo se diagnostica un hemangioma hepático?
Un hemangioma de hígado generalmente no causa síntomas, por lo que a menudo no se diagnostica. Por lo general, se encuentra de manera incidental durante una prueba o procedimiento para otra afección médica.
Un hemangioma hepático se puede descubrir durante una prueba de imagen, como una ecografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Estas son pruebas no invasivas de bajo riesgo que crean imágenes de varios órganos y tejidos dentro del cuerpo. Permiten que su médico vea el hígado y las estructuras circundantes con más detalle.
Si su médico está buscando otras anomalías hepáticas, es posible que encuentre un hemangioma.
¿Cómo se trata un hemangioma de hígado?
La mayoría de los hemangiomas hepáticos no requieren tratamiento y solo algunos necesitan control. Sin embargo, es posible que sea necesario extirpar quirúrgicamente un hemangioma si es grande y crece o causa síntomas.
Si causa un dolor significativo o daño a una parte del hígado, su médico puede decidir extirpar toda la sección del hígado afectada.
Un hemangioma hepático puede crecer si fluye hacia él una cantidad significativa de sangre.
En este caso, su médico puede atar la arteria principal que suministra sangre al hemangioma. Las áreas que rodean el hígado recibirán sangre de otras arterias y se mantendrán saludables. Este procedimiento quirúrgico se conoce como ligadura de la arteria hepática.
En otros casos, su médico puede decidir inyectar un medicamento en el hemangioma para bloquear el suministro de sangre, lo que conduce a su eventual destrucción. A esto se le llama embolización arterial.
En situaciones muy raras, puede ser necesario un trasplante de hígado. Durante este procedimiento, su hígado dañado se reemplaza con el hígado de un donante. Esto solo es necesario si el hemangioma es extremadamente grande o si varios hemangiomas no responden a otros tratamientos.
También se puede necesitar radioterapia para encoger la masa. Sin embargo, esta también es una forma de tratamiento extremadamente rara.
¿Cuáles son las complicaciones de un hemangioma hepático?
Los hemangiomas hepáticos rara vez causan complicaciones. Las complicaciones que pueden surgir en casos muy raros incluyen:
- hemangioma agrandado
- Daño hepático
- dolor severo
Hable con su médico sobre cómo puede reducir el riesgo de estas complicaciones, especialmente si está embarazada, usa terapia hormonal o tiene una enfermedad hepática.
¿Cuál es el pronóstico a largo plazo para las personas con hemangioma hepático?
Un hemangioma de hígado rara vez causa complicaciones futuras. Sin embargo, un hemangioma puede comenzar a causar problemas si aumenta de tamaño.
Preste atención a cualquier síntoma que pueda estar relacionado con un hemangioma agrandado, como náuseas, vómitos y dolor persistente en la parte superior derecha del abdomen.
También es importante cuidar su hígado. Los cambios en el estilo de vida, como reducir la ingesta de alcohol, mantener un peso moderado y considerar dejar de fumar si es fumador, pueden reducir el riesgo de desarrollar otras afecciones hepáticas más graves.